Una familia al llegar a su casa encuentra a su perro con el
hocico ensangrentado y claros síntomas de que se está asfixiando. El marido
lleva al perro al veterinario y allí descubrirán que es lo que se había tragado
el animal…
Una familia regresa a su casa tras un día de compras, al
entrar por la puerta se sorprenden de que su fiel perro no se acerque a
saludarles como habitualmente. El marido comprueba que hay restos de sangre en
el suelo que llevan desde la entrada del jardín hasta la habitación principal.
Allí, se encuentra al perro mostrando un extraño
comportamiento mientras rasca la puerta del armario. El reguero de sangre llega
hasta su boca y el animal no deja de toser como si estuviera atragantado. El
hombre viendo el lamentable aspecto de su perro, que gotea sangre por la boca
mientras no deja de toser y luchar por respirar, se teme lo peor. Por lo que le pide a su mujer que se quede
con el niño mientras él lleva a su mascota al veterinario más cercano. No sería
la primera vez que un perro era envenenado en el barrio por algún desaprensivo
al que le molestan los ladridos o simplemente desea hacer daño.
Por supuesto el drama
familiar es impresionante, la mujer estalla en lágrimas mientras trata de tapar
los ojos a su hijo para que no vea al perro sangrando y el niño gritando para
saber que le pasaba a su inseparable amigo. Ambos se quedan desconsolados
mientras el hombre lleva al perro en brazos hasta el coche familiar.
Al llegar al veterinario es inmediatamente atendido en la
sala de urgencias, donde se comprueba que el perro tiene un corte muy profundo
en el hocico. El corte es muy limpio, como hecho con un cuchillo. Pero eso no
es lo que más le preocupa al veterinario, el animal parece extenuado y a punto
de ahogarse ya que le resulta casi imposible respirar, por lo que deciden
sedarlo con la intención de buscar el objeto que parece impedirle tomar aire.
Finalmente el veterinario empieza a sacar un objeto
sanguinolento que inicialmente no es capaz de distinguir, al extraerlo
completamente se dan cuenta de que es un dedo humano que parece haber sido
arrancado de un mordisco por el animal.
El hombre palideció al comprender porque su perro no se
despegaba de la puerta del armario y porque el reguero de sangre llegaba hasta
allí.
¡Había alguien dentro del armario cuando ellos llegaron!
Mientras ellos salieron a comprar alguien había entrado en
su casa con intención de robar, pero el perro lo atacó y tuvo que refugiarse en
el armario para evitarle. El animal le había mordido en la mano y él le había
clavado un cuchillo en el morro dándole el tiempo justo para escapar.
Inmediatamente llamó a su mujer para avisarla de que tenía
que salir inmediatamente de esa casa. Pero no contestaba el teléfono.
Preocupado por su familia regresó tan rápido como pudo mientras llamaba a la
policía conduciendo a toda velocidad. Al llegar allí se encontró lo que más
temía…
En su ausencia, el ladrón aprovechó para salir del armario y
enfadado por la herida que le había infligido el perro de la familia se vengó
degollando a su mujer y su hijo antes de escapar.
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